martes, 27 de enero de 2009
Pedro Salinas
Aquí dejo un par de gotas de vino de diente de león dulce y cálido, servido en copas (sólo para dos, música suave y románticas velas, por favor)
AYER TE BESÉ EN LOS LABIOS...
Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto,
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más. El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada ya,
para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.
Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no...
-¿Adónde se me ha escapado?-.
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.
SI ME LLAMARAS
¡Si me llamaras, sí,
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
-¡si me llamaras, sí, si me llamaras!
-será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca desde a voz que dice:
"No te vayas."
lunes, 26 de enero de 2009
Un gato elefantástico
Mirar la foto del "gato":
Un poco atípico el felino ¿verdad?
Aquí os dejo la ficha. Ilustraciones e información las he copiado de la página de rba.
"Como todos los gatos, el protagonista de este libro duerme, come, se limpia y duerme! Pasea por encima de las hojas de papel en las que su dueño acaba de escribir, hace la siesta en los lugares más insólitos de la casa. Pero también hace cosas un poco sospechosas, como por ejemplo no caerse de cuatro patas o asustarse si ve un ratón. ¿Seguro que es un gato? La sustitución de un gato, animal doméstico y totalmente integrado a la vida familiar y diaria, por un elefante da lugar a algunas escenas de lo más hilarantes y divertidas,
las cuales serán rápidamente reconocidas por todos los amigos y amigas de los gatos. Humor preciso, trazo realista, ilustraciones expresivas y frases escuetas y muy ocurrentes son los ingredientes de este libro, ideal para los que les gusta reír. El autor es un reconocido ilustrador francés, (es el dueño del estrambótico gato en el cuento). Este libro ha sido galardonado con el Prix du Salon du livre et de la presse de Montreuil 2004 (Francia), entre otros y ha sido muy aplaudido por la crítica."
http://www.rba.es/libros
sábado, 24 de enero de 2009
El Gato de Cheshire ... y Alicia
- No me importa mucho el sitio... - dijo Alicia.
- Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes - dijo el Gato.
- ¿Dijiste cerdito o cardito? - preguntó el Gato.
"Alicia en el país de las maravillas"
El gato de Cheshire.
jueves, 22 de enero de 2009
Cocina para impostores
lunes, 19 de enero de 2009
Feliz cumpleaños, Poe
¿Quieres seguir leyendo? Vete a: ttp://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/poe/gato.htm
domingo, 18 de enero de 2009
Café y té de calidad
Mi café favorito: el Guatemala Volcán de oro.
Y entre los tés, he pedido el chai verde con albaricoque, el roibos con frutas y canela. O el verde con chocolate y coco. Los tres son fantásticos.
Otra cosa muy recomendable: los caramelos de violeta.
Los precios son razonables. Te atienden bien, son rápidos, serios y la calidad del producto es excelente.
http://www.cafetearte.es/
sábado, 17 de enero de 2009
Reyes de Forges
Aunque ha pasado más de una semana, creo que merece la pena ponerla.
Carbón, sí señor, a los que nos han metido en este lío.
viernes, 16 de enero de 2009
Guernica
http://www.lena-gieseke.com/guernica/movie.html
miércoles, 14 de enero de 2009
Un cuento de mi amiga Teresa: "Conciencia"
Teresa Sandoval Parrado
En contraste, la otra chica, la de la derecha, ofrece la imagen de una iluminada e inocente madonna renacentista. Es rubia, con el cabello sedoso y ligeramente ondulado en las puntas. Tiene los ojos redondeados, de un verde limpio y profundo como las aguas de una laguna exótica. Ella es delicada y blanca, completamente blanca. A su lado aguarda otro instrumento musical; ella toca el violonchelo, claro está. Ambas están sentadas en el mismo banco, cada una en un extremo, aguardando el momento de hacer sonar su música. Su estampa compone una dualidad Yin Yang en toda regla. Las conozco desde hace mucho, aunque por ellas no pasa el tiempo; permanecen perennemente en la espinosa adolescencia mientras yo sigo avanzando por la vida habiéndome convertido ya en lo que podría llamarse un hombre maduro.
Ahora tengo la certeza de que las dos me están mirando con atención. Siempre ocurre en momentos como estos. Me encuentro en unos grandes almacenes, echando un vistazo por la sección de joyería. Busco un regalo para Susana; algo lo suficientemente caro y lo suficientemente inútil que le demuestre cuánto la quiero; mañana es su cumpleaños y quiero sorprenderla. El problema es que mi presupuesto es limitado.
A mi lado hay una señora hablando con la dependienta. Ésta le ha sacado del mostrador una bandeja donde se expone un amplio repertorio de broches colocados primorosamente. Reconozco a la señora; es la misma que me pisó al entrar en los almacenes con sus zapatos de tacón; la misma que excusó pedir disculpas para limitarse a mirarme por encima del hombro como si hubiese sido yo quien hubiera tenido la desfachatez de poner el pie debajo. Es de mediana edad, con aspecto de señora acomodada. Tengo que reconocer que tiene una apariencia agradable pero me cae mal. Me cae mal su cabello excesivamente disciplinado a base de laca; me cae mal su mirada de autosuficiencia, y sobretodo me caen mal sus zapatos de tacón. Mientras yo sigo mirando los expositores estirando la vista para enterarme de los precios sin necesidad de preguntar, ella escoge un par de alfileres de la bandeja. Después saca la cartera de piel de su bolso de piel perfectamente conjuntado y paga el importe de la compra. Al volver a depositarla en su sitio la cartera se desliza fuera del bolso y aterriza en el suelo, junto a mis pies. Mi pie, el mismo pie anteriormente ultrajado, a veces y sólo a veces, es rápido de reflejos, y con un sencillo movimiento oculta la cartera y la lleva a mi terreno dándole a la tarde una posibilidad inesperada. La mujer se despide de la dependienta, coge su envoltorio y se aleja hacia la salida.
Es ahora cuando con más intensidad siento las miradas de las niñas sobre mí y entonces comienzan su particular concierto. La niña oscura sabe que la prefiero a ella, que cada día tolero menos a la hipócrita niña blanca con su halo dorado y sus alitas dorsales, aunque hay veces, como hoy mismo, que su música de chelo se impone sobre la de la guitarra eléctrica, sobre el hilo musical de los almacenes, y es tan dulce, tan conmovedora, que vuelvo a sucumbir inevitablemente como los marineros ante el canto de sirenas, y soy todo suyo. Casi puedo verla ya sonreír y me irrita; no puedo soportarlo, pero tampoco puedo dominarme. Me agacho sin remedio, cojo la cartera y elevo la voz sobre el ruido ambiental: “¡Eh, señora!... ¿esto es suyo?”
FIN
martes, 13 de enero de 2009
Nieve en sepia
Y con esto acabo la sesión de fotos de la nieve y ya no os atormento más (hasta la nueva ola de frío)
Un escaparate navideño
Nieve en la plaza del Ayuntamiento
Nieve en el Altozano
Primera nevada de 2009
Esta es una vista desde mi casa, a las 7 de la mañana. Por eso no se ve demasiado tráfico.
El parque desde la zona del museo. Cuando nieva cierran el parque, lo que es una pena... con lo chulo que sería pasear entre toda esa nieve virgen.