... y Baeza

Hacia Baeza

olivos y olivos

¡nieve en las montañas!

Llegamos a Baeza en un dia de sol, primaveral. Y nuestra primera visita es a esta plaza, llamada del Pópulo o de los Leones. Rodeada de edificios, monumental y con una historia riquísima que nos cuenta nuestra guía, que se llama Antonia. Uno de los edificios, la antigua carnicería del siglo XVI, fue llevado piedra a piedra hasta la plaza, pues su emplazamiento original era intramuros. Quedan al fondo las dos puertas, con distintos arcos porque son de distintas épocas. Y en primer plano, uno de los motivos de la fuente (leones y caballos) bastante deteriorado.

Estos son grafittis, pero de personas muy cultas. Los vítores en la fachada de la que es hoy Universidad de Verano: sólo tenía derecho a escribir en la pared el número 1 de la promoción y se hacía con una mezcla de sangre de toro, hojas de acanto y óxido de hierro. Desde luego, la piedra las ha conservado perfectamente.

Este es el interior de la Catedral de la Natividad de Nuestra Señora, edificada sobre la antigua mezquita, que a su vez había sido construida sobre un templo pagano anterior. Renacentista del siglo XVI, fue edificada en gran parte por el arquitecto Andrés de Vandelvira(aquí teneis el detalle de la bóveda "de pañuelo", una de sus innovaciones)

Uno de los grandiosos libros de canto gregoriano que se exhiben en el museo de la Catedral.

Y en esta imagen, el dibujo bordado en una de las casullas. Casi de forma automática recuerdo esa letanía de la misa: "Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz"

Y esta bella imagen es La Virgen de la Paz.

Sobre una piedra

posa para la foto:

niña de blanco

Un detalle del Palacio de Jabalquinto. La fachada es de estilo plateresco pero también destaca su mezcla de estilos, espectacular sin duda.

San Sebastián, en estas pinturas al fresco, en la Iglesia de la Santa Cruz, una de las pocas iglesias románicas que se conservan en Andalucía.

El aula donde impartió clase Antonio Machado conserva la mesa y el brasero de picón donde se calentaba el insigne poeta. Los bancos de los alumnos con los espacios para el tintero y la pluma me recuerdan esas estrofas de su poema "Recuerdo infantil":

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.

Mañana de domingo.

Entre los que pasean:
tres amigas.

 En esta ocasión, además, se celebraba la fiesta de la tapa en Baeza. Tapas excelentes acompañadas de cerveza fría, que tan bien sienta después de un paseo tan largo entre tantos monumentos. Desde luego, me han sorprendido estas ciudades de Jaén.

¡Volveremos a ellas!