Siempre me recibe con un maullido de alegría cuando llego a casa (a veces también arqueando el lomo para que lo acaricie.)
Escucha pacientemente todo lo que le digo.
Cuando estoy triste se tumba a mi lado, siendo una compañía solidaria y silenciosa.
Y nunca, jamás, discute conmigo.
Una relación casi perfecta.
Porque cuando se agobia Ray U2 da un zarpazo y se esconde en algún lugar imposible.
Eso sí, es guapísimo. Y muy fotogénico.
2 comentarios:
Este Ray se nota que es el Rey de la casa,o uno de ellos... estoy seguro que sabe escuchar , y tiene una mirada seductora..
A la vista está que lo es. Los gatos siempre seducen con su mirada, por eso me gustan tanto.
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