El botón suelto

en mi abrigo de paño rojo.
Restos del botellón de anoche
en el Altozano.
El barullo de un grupo
que pasa con pancartas de Comisiones ...
Este es el caos de un viernes con niebla
una mañana en la que el sol
todavía no sale.
Gente con un lazo morado en la solapa.
La sonrisa de mi hermana Susana
en el Café de Roma.
El mismo mendigo de siempre
con su lata enorme, vacía.
Camino rápida entre todos.
No voy a ningún lugar,
pero llevo prisa.
Me siento llena de luz
en este viernes imperfecto
y hasta el frío húmedo de la calle
me sienta bien.

Un coche de Telefónica
y su conductor, que me saluda.
El Cuchillero.
La Bicha de Balazote.
Estoy en el centro del mundo
donde está casi todo en su lugar.
¿Todo? No, faltas tú
en esta mañana casi perfecta.
Aunque tú no lo sabes.
No sabes que me faltas
ni cuánto te echo de menos.