Y no lo digo por el tamaño de la cabeza, que conste, sino por su tenacidad.
Pues nada, ayer fui a la conferencia-encuentro que dió Ángeles de Irisarri en la biblioteca. Esta señora, bastante mayorcita y con el cabello corto, podría ser la "abuela cebolleta", una señora capaz de hacer calceta mientras te está contando su última novela. Porque palique tiene para rato.
Y vive Dios que lo demostró, porque sin preámbulos, muy tranquila, muy natural, empezó a contar su infancia, de primeras lecturas a base de tebeos, de asombro ante el mundo que se le abría; después de los libros de aventuras que inspiraban sus juegos. Después estudió Historia, enseñó Latín y Griego, se retiró para ser contable de una empresa familiar, criar a sus hijos y ser ama de casa y esposa...
Y aquí acabamos la historia. ¿Verdad? Pues noooooooooooo.
En este punto aparece el quid de la cuestión. Cuenta que un día que estaba leyendo: "Mazurca para dos muertos", de Cela, se dijo: "Si este hombre ha publicado esto ¿porque no lo voy a conseguir yo?" Y en eso se puso, la buena señora, venga a escribir novelones a golpe de máquina y tesón. Dice que escribió 6 novelas y que se dedicó a enviarlas a editoriales, las más importantes. Que la rechazaron. Pero ella erre que erre. Y entonces se dió cuenta de que la novela histórica podía ser una opción. Y se puso a escribir novela histórica.
Y ahí está, publicando. Hasta la fecha lleva unas veintitantas novelas, todas con personajes femeninos: la reina Isabel I y sobre todo personajes medievales. En el club de lectura leímos uno de sus libros, "América". No es un libro que me entusiasmara, pero no estaba mal.
Y ahí está, publicando. Hasta la fecha lleva unas veintitantas novelas, todas con personajes femeninos: la reina Isabel I y sobre todo personajes medievales. En el club de lectura leímos uno de sus libros, "América". No es un libro que me entusiasmara, pero no estaba mal.
Lo que más me ha impresionado de ella es su tesón, su fe en sí misma, inmune al desaliento y también su capacidad para contar, para inventar.
Este es uno de los aspectos positivos de ver a los escritores, cuando dan charlas. Siempre enseñan y animan con su ejemplo. Para quienes quieran seguirlos, claro. Pienso que ella sí que sabe. Se le ve, la cara de lista que tiene.
4 comentarios:
Aqui tengo que descubrir una de mis carencias: No me gusta nada la novela historica. No me interesa.
No recuerdo ninguna que pueda considerar una de mis obras imprescindibles.
A no ser que podamos considerar novela historica a Mafalda.
Mafalda más que histórica me parece clásica, porque la voy releyendo y siempre me parece actual (cambian los nombres de los políticos, pero ¡ay! se repiten esquemas)
Actualmente no leo novela histórica (voy evolucionando, no me quiero quedar dinosauria), pero he tenido épocas en que devoraba estos libros. Me gusta mucho Robert Graves y su saga romana; también me gusta Mary Renault y su trilogía sobre Alejandro Magno.
Pero me da rabia que algo se ponga de moda y todo el mundo se ponga a escribir, sin importarle el rigor, más como negocio que como arte. En fin. Me he saturado de historia, pero de vez en cuando no está mal empaparse algún tocho de éstos (porque suelen ser tochos)
Estaba seguro que nombrarias a Graves.
Pero prefiero leer "La verdad sobre el caso Savolta" que un tocho -como tu dices- que explique el anarquismo catalan antes de la guerra civil.
Mendoza me hace disfrutar mas. Y yo siempre me apunto a lo que me haga disfrutar (a todo).
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Y también me gusta Mendoza. Pero también disfruto con los rollos históricos, sobre todo greco-romanos.
Y también me apunto a disfrutar de la vida. Cada vez más.
Y ¿qué libro estás leyendo ahora? Eso en caso de que tengas tiempo para leer...
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