Modigliani la dibujó aparentemente sin ojos. Pero es que cuando la pintaba estaba llorando.
¿No puedes dejar de llorar?
La chica del pelo rojo le contesta que no. No tiene ningún motivo para llorar, pero hay una pena dentro de ella que la supera.
No tiene ningún motivo para estar triste. Pero se ahoga.
No tiene ningún motivo para querer irse, pero está despidiéndose de todo.
La vida no está mal: tiene un trabajo decente. Tiene buena salud. Una casa muy bonita. Algo de dinero. Proyectos. Ilusiones. Tiene amigos que la escuchan...
No sé por qué, pero siento que estoy al límite de mis fuerzas. Y no puedo pedir ayuda, le ha dicho al pintor. Lo único que puedo hacer es llorar...
Parece serena. Incluso se diría que está sonriendo. Pero que no te engañe su expresión tranquila: por debajo de la sonrisa están cayendo las lágrimas.
Pero yo no lloro.
¿Lloras tú?
2 comentarios:
Este Modigliani es uno de los cinco que estan colgados en las peredes de mi casa.
Yo no lloro, en primer lugar porque en lugar de corazon tengo una piedra y en segundo lugar porque intento solo hacer lo que me hace reir.
Tengo una web cam y veo tu casa desde la oficina, por eso elegí ese cuadro ... jejeje.
Me empieza a gustar la teoría de la piedra... no por ello eres menos sensible y no sufres nada (¿o será porque la piel de elefante es durísima?)
Yo también intento reir, pero a veces me pasa como a la chica del pelo rojo. ((Las lágrimas no dejan cicatrices, si acaso se estropea el maquillaje un poco))
Besos.
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