Hace unos días Manuel Vicent, entrevistado por Pepa Fernández, dijo que "la literatura es la memoria fermentada por la imaginación". A mí me gustó la frase; creo que es muy cierta. Por lo menos, así sucede con mi libro favorito. Ray Bradbury no ha escrito una novela autobiográfica, pero estoy segura de que mucho de Douglas está en el propio escritor. Y la magia de la lectura hace que conectemos con todo eso que él nos ha transmitido.
¿Quién no se ha sentido identificado alguna vez con un personaje de novela? A través de cualquiera de ellos ellos he vivido tantas vidas, he muerto tantas veces, he viajado a lugares insospechados, a otras épocas, a otros aspectos de la realidad o de lo que es puramente fantástico... una vida "virtual", pero más que hecha de imágenes, construída sobre los sentimientos. ¿No llegan las palabras directamente al corazón?
Hay días en los que me llamo Douglas Spaulding. Hoy es uno de esos días.
2 comentarios:
Tu imaginacion seguro que fermenta continuamente la memoria.
No consigo localizar el personaje con el que me identificaria.
Pero no me importaria ser el "hombre bueno" de Machado.
No está nada mal, Jorge.
Pero ¿no te pasa, cuando lees un libro, sentirte en la piel de alguno de los personajes?
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