Ayer tuvimos el placer de contar en Albacete con la visita de Karmelo Iribarren quien daba una conferencia en el ciclo de 5 poetas en otoño, dirigido por Arturo Tendero. Por unos compromisos que ya tenía no pude asistir a su conferencia, pero me conformaba con su último libro: "Atrevesando la noche" con el que continúa y amplía la poética de claridad que desde el principio ha caracterizado su obra.
Realismo sucio del bueno, como a mí me gusta.
Me había resignado a no verle cuando el destino me hizo un pequeño regalo. Iba de camino al trabajo ayer jueves por la tarde por la calle Ancha, desierta y soleada a esas horas. Y de lejos veo a dos poetas. Uno Arturo y el otro Carmelo, recién llegado a esta ciudad. Apenas pude intercambiar unas pocas palabras y un apretón de manos a modo de saludo y presentación, pero fue suficiente para mantenerme toda la tarde con una sonrisa de oreja a oreja. Carmelo, para mí, es un poeta de gran transcendencia, que me inspira y me pone en un estado alerta al mundo que me rodea. Algo similar a Bukoswski, cada uno en su estilo.
En el laberinto de la red he encontrado buenos post sobre el poeta: nadie es inocente, la noticia del recital en Global CLM
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