He estado una semana en Madrid y, como buena chica de provincias, he aprovechado al máximo mi estancia en la capital para ver lo mucho que tiene Madrid que mostrar. Y éste será mi vino del estío durante algunos días, así que empezaré a descorchar botellas.
Una de las visitas obligadas era el Thyssen, que estrena exposición: "Durero y Cranach. Arte y Humanismo en la Alemania del Renacimiento". Y he conocido a un pintor que me hubiera pasado desapercibido y sin embargo me ha encantado: Cranach.
Me ha gustado sobre todo por esas mujeres misteriosas que pinta. Tienen una cierta picardía y mucha sensualidad en su mirada. Son mujeres que sin hablar cuentan mucho; sonrientes y hermosas, terribles también. He buscado en la red los dos cuadros que me subyugaron (¿se puede decir "subyugar" en un apunte de blog? sea como sea, fue fantástico), pero hay muy poco y lo que hay no es exactamente lo que yo ví, pues hay muchas variaciones sobre el mismo tema, por ejemplo el de Melancolía. Aun así, he encontrado dos muy interesantes:
La Melancolía, en el que un ángel parece meditar entre el bien y el mal mientras afila distraídamente una vara. Dirige su mirada a tres niños que están jugando con una esfera y al fondo hay un perro dormido, que significa la fidelidad. Y unas perdices, que simbolizan la lujuria. Lo más interesante es la expresión del ángel: parece que está tramando algo malvado. Los niños intentan mover la bola con una palanca ¿es el mundo? ¿quienes son los niños?
La segunda imagen es Sansón y Dalila. Se ve que era un tema que gustaba mucho a los renacentistas. ¿Quizás para confirmar lo malas malísimas que somos las mujeres?
Entre las dos pinturas hay una coincidencia en la disposición de las figuras, el paisaje de fondo y la armonía de colores. Y ambas mujeres, aunque una tenga alas, muy perversas.
Otro cuadro que me gustó y no he encontrado en la red es "El juicio de Paris". Las tres hermosas damas que piden su veredicto a Paris aparecen desnudas; sólo un tenue, invisible velo sobre ellas que sirve para darle más sensualidad si cabe a la escena.
Por cierto, las mujeres que gustaban en esa época tienen una tripita muy graciosa, redonda y abultada. Y el color de la piel es blanca, como si tuviera luz propia.
Recomiendo que vaya a ver la exposición a quien le guste la pintura y la magia que ésta encierra. Los cuadros hablan por sí mismos y ganan mucho cuando se les ve "en persona", sobre todo porque hay matices, colores y detalles que es difícil de percibir a no ser ante la propia imagen.
3 comentarios:
Parece que el mito del juicio de Paris ha sido un tema muy repetido en la historia de la pintura.
He encontrado esta página en la que hay un pequeño test que consiste en adivinar quién es el autor de varios cuadros que representan "El Juicio de Paris":
www.culturaclasica.net/Arte/JuicioParis/Juicio%20de%20Paris.htm
Gracias, Antonio. En la exposición me enteré de que "era una excusa para mostrar el desnudo femenino". Bueno, pero hay más temas, pienso yo. Claro que el morbo que tiene elegir a la más bella entre las bellas ... y que una de ellas sea Afrodita...
Navegaré por la página, a ver si soy capaz de adivinar quién es quién.
Pues el de Mingote muy bien, pero los demás, excluído Cranach, ¡hay que ver qué difícil! En fin, pobre Paris, elegir entre tanta "hermosura"
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