Las tradiciones a veces son incomprensibles, estrafalarias, raras, primitivas ... pero se mantienen y se respetan como base de nuestra idiosincracia, de lo que somos como pueblo y como especie (¿humana?). Tradiciones que a veces nos pueden resultar absurdas, ridículas y que podemos, como individuos, rechazar o simplemente mostrar indiferencia no participando en ellas ... pero ahí están. Sin embargo hay algunas que atentan contra los derechos básicos de los seres humanos (o de los seres vivos, hay que recordar los toros) y entonces hay que plantearse la muerte (tolerancia cero) de esas tradiciones. Pepi me ha pedido que hable de una de ellas, de la que hace poco se ha celebrado el día mundial (contra, por supuesto) Se trata de la ablación genital femenina.
Los datos están ahí:
"La ablación o mutilación genital femenina comprende una serie de prácticas consistentes en la extirpación total o parcial de los genitales externos de las niñas. Entre otras consecuencias, las niñas mutiladas padecerán durante toda su vida problemas de salud irreversibles.
Se calcula que 70 millones de niñas y mujeres actualmente en vida han sido sometidas a la mutilación/ablación genital femenina en África y el Yemen. Además, las cifras están aumentando en Europa, Australia, Canadá y los Estados Unidos, principalmente entre los inmigrante procedentes de África y Asia sudoccidental... " la información sigue aquí
Siempre me he preguntado por qué hacen estas barbaridades. Parece que la mujer, el ser más infravalorado por todas las culturas del pasado (incluso las más avanzadas), no tiene derecho a nada, ni siquiera a una sexualidad propia. Copio de la página de Unicef: "Los motivos que llevan a la práctica de la ablación femenina dependen de los países y las culturas pero en general se achacan a creencias religiosas o tradiciones ancestrales como la necesidad de mantener a la mujer virgen hasta el matrimonio y prevenir comportamientos "inmorales"".
Aquí aporto mi diente de león de reflexión sobre este tema. Ójala alguna vez lleguemos a conocer un mundo en que todos los seres humanos seamos iguales. Hombres y mujeres, no digo unos más y otros menos. Digo todos, iguales. Creo que eso sólo se puede conseguir desde la educación de los niños y la toma de conciencia de los adultos.
Pepi ha escrito un impresionante relato sobre este tema en el blog de escritores. Os lo recomiendo.
Y no quiero ser pesada, pero he encontrado un terrible video aquí (es duro verlo).
7 comentarios:
Totalmente de acuerdo.
Muchas gracias Toñi, no esperaba menos de tí.
Este video habría que colgarselo en los ojos a todos los que pretenden que este tipo de mutilación es algo de tipo religioso o cultural. Simplemente es una aberración como tantas otras desgraciadamente.
Yo solo sé usar las palabras, solo tengo ese modo de luchar, pero no pienso renunciar a él.
Mientras que niñas y mujeres continuen amordazadas en cuerpo y espíritu seguiré escribiendo. Besos y otra vez gracias Toñi. Pepi.
Se ponen los pelos de punta que esto se consienta en pleno siglo XXI. Y se hace a las niñas por miembros de la propia familia, normalmente mujeres.
Es horrible.
Hay que ir ganando conciencias, porque esto no puede seguir así.
Un beso para los dos, Jorge, Pepi.
Cuando se mutila la sexualidad a una mujer se la convierte en esclava, en sumisa, en objeto al fin y al cabo. En instrumento al servicio del hombre, sin voluntad ni voz.
Es una barbaridad que no deberíamos consentir, ni en nombre de ninguna religión, ni en nombre de ninguna cultura.
Me costó mucho ver el video, pero lo ví hasta el final y no sabes cómo estoy.
Estoy completamente de acuerdo en todo lo que dices.
Besos**
Yo no he podido ver el vídeo. Sólo las fotos ya impresionan.
Es terrible que todavía existan barbaridad semejantes.
Pues sí, amigas. Es muy duro pero hay que tomar conciencia. A ver si poco a poco dejan de hacer esas barbaridades.
Un beso para las dos, Nora y Teresa ;-)
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