Así nos encontramos la ciudad en una mañana soleada. Limpia, bella, tranquila ... llena de encanto y llena de canales que desaparecen debajo de las casas.
Una ciudad para perderse por ella (y no querer encontrarse) Os dejo algunas imágenes, aunque es imposible transmitir, en unas pocas fotos, el misterio de una ciudad fascinante. La que más nos gustó. Miraras donde miraras, había un motivo de asombro, de contemplación, de maravilla continua.
Sobre todo el agua y los canales (le llaman "la Venecia del norte") Lo mejor que se puede hacer es dar un paseo en barco, pues es el único modo de apreciar los increíbles puentes y los secretos que esta ciudad guarda.
Las delicias de la tierra: cerveza Brugs y waterzooi.
Más platos típicos: mussels o mejillones, cocinados con nata, puerro ...
Los escaparates de las chocolaterías ... hummm, deliciosos. Una visita interesante es el "Museo del chocolate", aunque lo mejor es admirar las numerosas tiendas del centro.
¿Habeis visto los futbolistas de chocolate?
Cerveza de cereza y bombones.
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