donó las aguas -
tórtolas y palomas
sobre su busto
Todos los días paso por delante de este monumento, al que hace unos años le añadieron una pequeña fuente. Yo creía que la fuente era nueva, pero realmente era la original, que se había perdido. Y hace unos días mi hijo me contó la historia de la escultura del busto de don Saturnino López, hijo predilecto de Albacete, así que he sentido curiosidad por saber de él. Sobre la escultura y la fuente que la acompaña, otro día os contaré la historia. Y sobre don Saturnino, he encontrado un interesante estudio realizado por Godofredo Giménez Esparcia para el Instituto de Estudios Albacetenses “Don Juan Manuel” y al que podeis acceder desde aquí.
" ... Saturnino López Villanueva nace en Albacete el día 11 de febrero de 1.832 y fallece el 21 de junio de 1.912. Este ilustre albacetense dedicó su vida a mejorar la de sus paisanos. Fue concejal en más de una ocasión, donó terrenos para construir escuelas pero sobre todo cedió el agua desde sus tierras en los Ojos de San Jorge a la ciudad de Albacete, mejorando la salubridad ..."
Lo que sería bastante curioso, al hilo de este estudio, es cómo llevaría un republicano que fuera Alfonso XIII el que apretó el botón para que las aguas donadas por él surgieran del manantial... en fin, el caso es que el hombre fue un benefactor de esta ciudad y en nuestro parque, cerca del restaurante El Pinar y a la sombra de los pinos, podemos disfrutar de su compañía, aunque sea en estatua.
Hay fotos de las antiguas escuelas fundadas por él en este blog sobre Albacete
Estas las tomé ayer por la tarde,día de la Candelaria. Hacía una temperatura de unos tres grados bajo cero. Se agradecía el sol.
atardecer -
el pichón ateridojunto a la estatua
3 comentarios:
A propósito de este post ahí va estes relato irreverente de mi libro "El caminante y la urraca":
A la memoria de sus acciones patrióticas, levantaron la estatua del prócer encima de un pedestal. La colocaron en medio del parque, rodeada de alimatáceas y otras flores blancas.
Los gorriones han ido dejando pequeñas deposiciones pastosas en la cabeza del insigne patriota, también las palomas han dejado manchas blancas difíciles de limpiar. Los gorriones y las palomas vuelan desde las cornisas a la cabeza del prócer y desde la estatua hasta más allá de la línea fronteriza.
- Ya ves, vuelan como tú urraca querida, libremente y dejan el recuerdo pastoso y maloliente sobre la cabeza del patriota petrificado. Vamos.
Salud
Francesc Cornadó
Muy buen relato y muy a propósito para esta entrada. Me ha encantado.
Muchas gracias por traerlo.
Un abrazo. Toñi
¡qué gran haiku!... una mínima naturaleza, vulnerable, junto a la majestuosidad de algo artificial, y sin embargo, el protagonista sigue siendo la débil naturaleza. Me gusta muchísimo, felicidades, un gran haiku.
Un abrazote
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