El 23 de febrero será el cumpleaños de alguien muy especial. Alguien que ha vivido 100 años y que espero que viva varios siglos más. Alguien que forma parte de mi vida, donde paseo casi todos los días, que me acoge a mí y a todos los que van a él:
El Parque de Abelardo Sánchez
Y todo surgió de forma casual, supongo, una zona de pinos a las afueras que la gente iba plantando todos los 23 de febrero, día declarado como "fiesta del árbol", hasta que aquel concreto de 1911 el entonces alcalde de Albacete Abelardo Sánchez le dió un carácter oficial. Un parque apartado del pequeño núcleo de población y hoy es puro centro y protagonista de los grandes acontecimientos de Albacete como la Feria, los Festivales o la Semana Santa, y además de la vida de los albaceteños: el lugar donde se fotografían los recién casados con sus trajes de gala y los niños que toman la comunión, donde los padres llevan a sus hijos en los cochecitos y los abuelos a sus nietos. Los novios dándose besos en los bancos más apartados. Los deportistas que le dan vueltas una y otra vez. La música de los jueves en verano. La gente que pasea con sus perros. Los que pasean solos, algunos incluso escriben haikus. Los que pasan rápidamente por él en dirección al centro. Gente en bicicleta. Los ancianos tomando el sol en invierno. Los muchachos que quedan en la punta para charlar y comerse unas pipas. O los que ahora se echan en el césped con las "cachimbas". Los patos, que todos inflábamos a pan hasta que lo han prohibido. Los niños en el parque infantil. Y con las bicicletas en el infantil de tráfico (¿quién no se ha caido alguna vez bajando la rampa?). Las ardillas. Los mirlos. Los plátanos, que forman una bóveda natural en el centro del paseo. Los altísimos pinos. Las fuentes. El kiosko de prensa. El templete. Aquel horrible monumento a los caídos, que alguien decidió quitar de allí. El museo. Los puestos de golosinas de la Punta. La fuente de noche y su luz que reverbera en los pinos. La caseta de las palomas...
Cuántos matices, ¿verdad?
Y aunque cumple un siglo, ahí está, tan joven. No se le nota la edad, ni los malos trances por los que ha tenido que pasar: la guerra civil con su postguerra. Las distintas remodelaciones y talas ...
Espero que podamos seguir paseando. Yo por tí y tú por mí, querido parque.
Y feliz siglo.
3 comentarios:
Ya tenemos otro piscis más en el grupo!!!!!
Abrazos, Mercedes Kotori
Me encanta tu hermosa descripción Toñi, nuestro parque se lo merece. Por cierto no sabía que tambien había nacido el 23F como yo, mira que guay,ja,ja.
Muy buena tu descripción, nuentro parque se lo merece todo, y hay que cuidarlo y defenderlo, en nuestro pulmón más sano.
Alicia.
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