Durante una semana he estado en Tenerife, una isla que se parece mucho a mi idea del paraíso. Y así debieron de pensar los antiguos, cuando hablaron de la Macaronesia refieriéndose a las Islas Afortunadas, también llamadas Islas de la Bendición (makarôn nêsoi), donde se situaba el maravilloso paraíso en el que los mortales que lo merecían eran recibidos por los dioses. Se pensaba que estas islas estaban situadas en el Océano Atlántico, más allá de las Columnas de Hércules, y correspondían a los archipiélagos de Madeira, Canarias, Islas Salvajes, Cabo Verde y Azores
En la imagen, una vista del Teide desde La Gomera. Ya os dejaré unas cuantas fotos y algunos haiku, pero de momento y tras una larga ausencia, un abrazo con dientes de león a mis queridos amigos del ciberespacio.
4 comentarios:
¿En Tenerife? ¡Qué bien! Espero que te haya gustado. Yo viví allí un tiempo y tengo grandes recuerdos :)
Estuve este verano. Sigue teniendo lugares muy especiales, aunque se han cargado un poquito la isla con tanto turismo y edificación... pero aún es mágica.
Un abrazo, Toñi,
Noemí.
Madre mía, Toñi, qué foto más bonita, qué mar...
No paras de viajar y eso es muy bueno, para vivir y para escribir. Me das un poco de envidia.
Un Besote
Juan Carlos
Gracias, Noemí. Qué chulada que hayas vivido en Tenerife, es una tierra maravillosa que me encantó.
Un beso y gracias por tu comentario.
(perdona que haya tardado tanto en responderte, como ves estoy un poco ausente)
Y a tí también te doy las gracias, Juan Carlos y espero que la envidia no sea tal sino un estímulo para ir a Tenerife y comprobar por tí mismo la belleza de aquella tierra.
Un beso para tí también.
Precioso lugar sin duda
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