en mi abrigo de paño rojo.
Restos del botellón de anoche
en el Altozano.
El barullo de un grupo
que pasa con pancartas de Comisiones ...
Este es el caos de un viernes con niebla
una mañana en la que el sol
todavía no sale.
La sonrisa de mi hermana Susana
en el Café de Roma.
El mismo mendigo de siempre
con su lata enorme, vacía.
Camino rápida entre todos.
No voy a ningún lugar,
pero llevo prisa.
Me siento llena de luz
en este viernes imperfecto
y hasta el frío húmedo de la calle
me sienta bien.
Un coche de Telefónica
y su conductor, que me saluda.
El Cuchillero.
La Bicha de Balazote.
Estoy en el centro del mundo
donde está casi todo en su lugar.
¿Todo? No, faltas tú
en esta mañana casi perfecta.
Aunque tú no lo sabes.
No sabes que me faltasni cuánto te echo de menos.
5 comentarios:
Hermoso, Toñi.
Gracias por compartir tanto sentimiento bellamente expresado y con ese final de añoranza y tristeza. Quizás el otoño tiene algo que ver...
Recibe todo mi afecto.
Me gusta mucho ese final. Faltas aunque tú no lo sabes.
A veces, si supiera uno donde falta, haría por estar. O tal vez no. ¿quién sabe?
Gracias amigos por vuestras cariñosas palabras.
Un beso, Juan Carlos.
Un beso, Paula.
A veces uno falta porque quiere faltar. Es triste pero hay que aceptarlo así.
Bueno, es triste para quien piensa: "esa persona falta". Quien quiere faltar no goza de esa tristeza.
En fin, qué lío me estoy haciendo con tanta falta ... lo mismo me sacan la roja y acabo en el banquillo ;-)
Gracias por tu comentario, Paula. Me ha hecho pensar ...
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