va clareando ...
recojo un tajete
que alguien cortó anoche
diente de león
Este es un haiku del verano pasado. Encontré el clavel chino en el Altozano, entre los restos del botellón del jueves. Puse el clavel chino en un vaso de té. Durante unos días conservó su frescura. A pesar del calor. A pesar del curioso hocico de Ray. Y después se marchitó. Pero su recuerdo me ha acompañado durante meses. Convierto este haiku en un diente de león. Soplo sobre él y espero que te llegue. Si es así, dímelo ;-)
6 comentarios:
Por supuesto que llega, Toñi.
¡Hermoso envío!
Un recuerdo de tu verano pasado que llega al nuestro. Este intenso verano que en pocas semanas irá cediendo paso al otoño (espero...)
Gracias, amiga.
Un beso.
Buenas tardes:
Es como encontrar una flor en medio del desierto, cambiando arena por decadencia. Lo cual, si cabe, la hace más brillante aún. El cariño puede hacer crecer la belleza a pesar de todo.
Saludos cordiales.
¡Hermoso!!!
Muchas gracias, Juan Carlos. Es cierto que tú estás en pleno verano, así que este tajete te llegará en todo su esplendor.
Un abrazo
Así es, Mercurio. Surgió y yo la recojo aquí, con cariño para tí.
Un beso.
Muchas gracias, Lili. Ahí andamos, este camino tan difícil del haiku.
Un beso
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