Hoy es el tercer lunes de enero, que se han empeñado en llamar "blue monday", uno de los días más tristes del año según las estadísticas y los sabios que se ocupan de esas cosas. Ha estado a punto de nevar, aunque solo han sido unos copos. Después la nieve se ha disuelto en lluvia. Y ha seguido lloviendo con esa lluvia tenaz a la que están acostumbrados en el norte. Pero no aquí. La tarde ha ido cayendo pesadamente; los grises se han oscurecido aún más hasta devenir en ocaso. Un ocaso de sombras. Todo parecía que iba a terminar así, en un lento deslizarse a la noche pero, lejos de lo esperado, milagrosamente el sol ha abierto un jirón entre las pesadas nubes justo en ese punto de tierra y cielo donde la luz se deshace para dar paso a la oscuridad. El aire, el día, las nubes y la lluvia, todo se ha teñido de rojo: ese rojo que despierta y da calor y llama a la vida.
la casa en sombras.
en la espuma del café
polvo de canela
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