Quizás (y estoy diciendo quizás),
los sueños que te sustentaron ayer
eran simplemente cuentos
fantásticos
que creiste reales a fuerza de repetirlos.
Te abrazaste a ellos
para flotar
y ahora pesan tanto sobre tu conciencia
que están ahogándote ellos a tí.
Piensa en lo que de verdad deseas
que te importe
y decide con sinceridad
si debes seguir aferrada a ellos.
Como inútiles globos
tras una tarde de feria
(fueron bonitos pero
¿qué hacen todavía en tu mano?)
quizás (y sigo diciendo quizás)
haya llegado
el momento
de soltarlos.
6 comentarios:
Toñi; que bonita entrada.
Habria que valorar si los globos, que te han alegrado la tarde, seguiran cumpliendo ese cometido...o si no podreas entrar en el cine por llevarlos.
Pero para abandonarlos tienes que estar segura de que no habra arrepentimiento posterior.
¡Que filosoficos nos ponemos! Venga te invito al cafe que te guste en "Recostadas" y me cuentas tus globos.
Beso, todavia con globos
No se puede estar toda la vida con un montón de globos atados a la muñeca...
Luego te los cuento en Recostadas, pero tendrás que olvidarte del reloj.
Un beso, dos besos, tres besos.
¡Qué bonito, Toñi!
Un poema muy hermoso, muy sugerente, muy intimista... muy tuyo.
(Por favor, no me digas ahora que el poema lo has copiado de otro sitio, que quedo fatal ;-)
Hola Antonio!! Pues claro que es mío, veo que reconoces mi estilo.
Un beso y muchas gracias por tus palabras.
Precioso y sabio poema. Cuando los sueños se ponen viejos, es mucho mejor que vuelen a manos nuevas.
Un abrazo.
Gracias, Moony. Es otra interpretación del poema que no había pensado: entregar los globos a un niño; seguro que disfrutarán con ellos. Un beso. Toñi
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