“La breve noche de junio tocaba a su fin, las estrellas palidecían, un olor a leche y hierba húmeda flotaba en el aire; la luna semioculta tras el bosque, ya no enseñaba más que un cuerno rosa difuminado en la bruma cuando el gato, cansado, victorioso, empapado de rocío, con una brizna de hierba entre los dientes, se deslizó en la habitación de los niños, saltó a la cama de Jacqueline y buscó el tibio hueco de sus pequeños y delgados pies. Ronroneaba como un hervidor.”
El primer libro de esta temporada de nuestro club de lectura. Un buen libro con el extra de la apasionante historia de su autora y las circunstancias en que fue escrito. Tiene un capítulo dedicado por entero a un gato, Albert, del que he escogido este fragmento. El libro está articulado en cinco partes, aunque a la autora solo le dio tiempo a escribir dos, ya que fue una de tantas judías asesinadas en Auschwitz Totalmente imprescindible para tener otra mirada sobre la locura de la II Guerra Mundial.
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