Las bicicletas están totalmente presentes por las calles de Ámsterdam. Parece que al principio ni siquiera llevaban cadena, se dejaban tranquilamente en cualquier parte y no había problema de robos. Ahora no es así, pero están por todas partes.
Hacen de Ámsterdam una ciudad muy romántica. Donde quiera que mires, ahí están. De todos las formas, colores, con todo tipo de elementos depende de las necesidades de su propietario...
Dan una inmensa sensación de libertad.
Me he enamorado de ellas. No. Me he enamorado de la ciudad, de todo en general y muchas cosas en particular. Voy a ir mostrandolas poco a poco. Pero hoy sólo bicicletas.
Os dejo unas cuantas para que las disfruteis. De espaldas al Barrio Rojo, en una salida nocturna. Los edificios están iluminados con colores llamativos.
En la zona de los museos (Museumplein), entre el Rijksmuseum y el Van Gogh hay una gran explanada con césped... y bicicletas. Mucha gente joven y mucho movimiento.
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