sobre la grúase ha posado el sol,
ocaso en grises
Esta tarde de domingo, excepcionalmente, el ocaso no se ha teñido de rojos, sino que ha ido descendiendo lentamente en un marco de tonos grises. Caprichosamente el sol se ha quedado suspendido, por en momento, en la lejana grúa.
a la grúale ha brotado un fruto -
madura tarde
Y la luna, como si fuera la sonrisa del gato de Cheshire, ha aparecido en el gris perla...
La noche ha ido poco a poco adentrándose en la ciudad. Desde mi balcón he observado, un día más, el bello espectáculo del crepúsculo. Enfrente de mí, una vecina, asomada a la terraza. Solas ella y yo, mirando el cielo.
en la terrazaobservando el crepúsculo,
también sola
8 comentarios:
Hola Toñi, gracias por tu entrada en mi blog. Ya sé que lo de Marcial fue obra de Frutos, pero lo he puesto así para gastar una pequeña broma a los que lo lean y como habrás visto ya picó uno.
Muy buenos tus haikus, cómo se nota que tienes como maestro a un japonés nacido en la Mancha, como dijo de Frutos Eloy Sánchez Rosillo.
Un beso.
Ricardo
O teu gatito está, naquele céu de Albacete, disfarçado por entre as núvens.
Só alguns, mais perspicazes conseguem vê-lo...
É, ao contrário de que alguns julgam, mui concreto e definido...
Boa semana!
Beijo.
António
Me encantan tus haikus Toñi. las fotos me han puesto melancolica, porque era mi aniversario y estaba sola, pero ya sabes que yo soy asi. Gracias por las dos cosas. Un beso. Pepi.
De ahora en adelante te llamare la castellana de los haikus.
¡¡Te salen bien!!
Una huida del sol muy bella y rara, seguro que intentaba leer "el lenguaje secreto de las gruas" el libro que encumbro a Levitt.
Gracias a tí, Ricardo.
Vaya, no sabía que estaba metiendo la pata ... Pero es que Frutos lo hizo tan bien que mismamente, el propio Marcial parecía.
Un beso.
Exacto, Antonio. Sólo los artistas son capaces de verlo.
Allí estaba, transparente y sonriendo a quienes lo buscábamos desesperadamente.
Un beso.
Gracias, Pepi.
Yo también estaba algo melancólica, mirando el cielo, escribiendo y dejando que cayera poco a poco la noche.
Un beso. Feliz aniversario.
Jajajaja, qué exagerado. Pero te lo agradezco, Jorge.
Es que he aprovechado bien el curso. He tenido buenos maestros, además. Yo te diría que inmejorables (no puedo ser modesta, es lo que hay)
Fue un ocaso excepcional, lo primero por los colores poco usuales del cielo, grises puros, y lo segundo, porque el sol bajaba precisamente por la grúa, como ves en las fotos.
Esa es la vista que tengo desde mi casa. Me encanta ver cómo cae el sol, aunque al mediodía no te quiero ni contar el calor que hace.
Un beso.
Publicar un comentario