Vestida con una sencilla camiseta negra de tirantes, no en vano en Argentina es ahora primavera, Sonia no necesita nada más para mostrar su belleza serena. Son las tres de la tarde allí, en Rosario, mientras que en Albacete ya hace tiempo que ha oscurecido; las seis y media de una tarde lluviosa. Fumando un cigarrillo tras otro y bebiendo mate en su calabacita, Sonia nos habla de poesía y de su experiencia como poeta en Argentina.
Me he quedado con la frase: “encontrar espacios para llegar a la gente”. Y también “que tener público crea en el poeta una cierta responsabilidad”. Nos cuenta que en Rosario es fácil encontrar locales donde los poetas leen poesía y la gente va a escucharlos. Nos advierte acerca de la importancia del sonido, de la voz, en la poesía. “Hay que leer en voz alta”, dice. “La poesía es la presencia de la voz”. Y ella misma nos lee un poema sobre una flor de extraño nombre. “Hay que estar atenta al lenguaje”, señala, destacando la importancia de la corrección en la poesía. “Descubro cosas en un poema que yo misma ignoraba. Vas comprendiendo ciertos procesos del lenguaje a medida que escribes”. Y acercando la poesía a la magia, habla de transformación al afirmar que “a veces dejas un poema un tiempo y al volver al poema te dice otra cosa”.
Una hora y media de agradable charla, entre amigos. Afuera, frío. Dentro de la sala, calor. Nos ha llegado la calidez de la voz y la sonrisa de Sonia.
Me he quedado con la frase: “encontrar espacios para llegar a la gente”. Y también “que tener público crea en el poeta una cierta responsabilidad”. Nos cuenta que en Rosario es fácil encontrar locales donde los poetas leen poesía y la gente va a escucharlos. Nos advierte acerca de la importancia del sonido, de la voz, en la poesía. “Hay que leer en voz alta”, dice. “La poesía es la presencia de la voz”. Y ella misma nos lee un poema sobre una flor de extraño nombre. “Hay que estar atenta al lenguaje”, señala, destacando la importancia de la corrección en la poesía. “Descubro cosas en un poema que yo misma ignoraba. Vas comprendiendo ciertos procesos del lenguaje a medida que escribes”. Y acercando la poesía a la magia, habla de transformación al afirmar que “a veces dejas un poema un tiempo y al volver al poema te dice otra cosa”.
Una hora y media de agradable charla, entre amigos. Afuera, frío. Dentro de la sala, calor. Nos ha llegado la calidez de la voz y la sonrisa de Sonia.
Un buen artículo sobre Sonia Scarabelli aquí
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