"Ayer me di un paseo hasta el Puente de los Ladrones. ¿Te acuerdas? ¿Cuántos años teníamos? ¿Poco menos de veinte? Tú llevabas un vestido de color grosella. Yo tenía un nudo en la garganta. Estábamos contemplando el río. Esta corriente, me decías, es nuestra vida, que pasa. Mira qué lejos va, qué hermosa es, ahí, entre las flores de los nenúfares, las algas de largos cabellos, las orilla de tierra arcillosa ... Yo no me atrevía a cogerte de la cintura. Tenía un nudo tan apretado en la garganta que casi no podía respirar. Tus ojos miraban a lo lejos. Los míos contemplaban tu nuca. Aspiraba tu perfume a heliotropo y el del río, que olía a aire limpio y a hierba. De pronto, cuando menos lo esperaba, te volviste hacia mí, me sonreíste y me besaste. Era la primera vez. El agua corría bajo el puente. El mundo tenía el brillo de los domingos. El tiempo se detuvo".
De "Almas grises", escrita por Philippe Claudel
He escogido a propósito el único pasaje amable de este libro, el segundo que estamos leyendo en el club de lectura La Tertulia, donde la muerte no está presente, donde hay colores y sensaciones amables. Un libro inquietante, bien escrito y que sabe mantener el interés del lector desde el principio con una historia donde una inocente caperucita es devorada por terribles lobos y el gris lo tiñe todo de desolación, locura y miedo. Todo esto en medio de la masacre de la I Guerra Mundial.
La imagen de Caperucita pertenece a este blog.
2 comentarios:
A mí este libro me ha gustado mucho, la verdad es que el estilo me ha impactado, las descripciones que hace, los personajes con ese matiz tan gris... lo recomiendo 100%
Besos
A mí también me ha gustado, a pesar de ser terrible.
también lo recomiendo 100%
Un abrazo ;-)
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