Si todavía me quieres, ata una cinta amarilla alrededor de ese viejo roble...
Así es como dice la canción. A veces se espera un gesto para confirmar aquello que se desea con todo el corazón pero no se puede pedir ni preguntar, porque da tanto miedo que la respuesta sea negativa que es mejor quedarse con la duda. Entonces se buscan señales, indicios ... que en algún punto digan "te quiero", "no te he olvidado" o cualquier frase que materialice algo dulce y firme.
Yo simplemente te digo ¡hola! y te mando un beso con diente de león.
5 comentarios:
Que hermosas palabras y que regalo tan especial, un diente de león para mirar si el día está gris. Gracias por las dos cosas y por estar ahí cada vez que me asomo a tu blog. Besitos. Pepi.
Gracias a tí, Pepi, por estar ahí.
Me envío besos con diente de león ;-)
¡Me encantan los dientes de león! Muy bonita la foto :-)
(Hacía tiempo que no me pasaba por aquí).
Saludos,
Tanakil.
Toñi, creo que este otoño tan cálido nos está alterando un poco la sangre y sancandonos el lado romántico.
¿Sabes algo? hasta que empecé a leer tu blog el diente de león era para mí poco más que una mala yerba. Ahora los veo y me parecen fascinantes. La próxima vez que me tropiece con uno soplaré y tal vez le pida un deseo.
Muchas gracias, Tanakil y Paula, por vuestros amables comentarios.
Si veis un diente de león, ya sabeis: pedid un deseo y soplad... a algún lugar llegarán las semillas y vuestro deseo se hará realidad.
Un beso.
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