Vivir con gatos es una experiencia fantástica y muy relajante. Pone a prueba mis dotes de observadora, mi paciencia y mi capacidad de sorpresa. Cada gato es diferente, y no lo digo por su color o tamaño, sino por su personalidad. Y por muy domesticados que creamos que están, siempre en cada gato hay una pequeña pantera traviesa y subversiva que en nada que te distraigas te puede dar un zarpazo.
Para aquellos con quienes comparto el amor y una gran admiración a los gatos, este pequeño momento de mis dos rubios, Ray y Christmas.
4 comentarios:
He tenido varios maestros zen, todos ellos gatos- E. Tolle
Y yo lo subscribo
Un abrazo :)
Qué guapo es Ray, y cómo lo sabe, que posa y todo
Besos.
¡adorables! siempre me han gustado más los perros, pero gracias a tí, estoy empezando a tenerles un cariño espectacular.
Besos:Ana Rosa.
Gracias :3
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