Sé que no todos los días
se puede tomar este plato
pero hoy tengo tiempo
y hace sol.
He pedido un café para llevar,
he comprado un croisant de chocolate.
Los llevo en una bolsa de papel
me siento en un parque
frente a los narcisos, recién abiertos.
Desayuno belleza
y el aire fresco que trae la fuente.
La gente pasa
y me hace un gesto
mientras apuro el último trago de café,
el más dulce.
Y tras mordisquear el croisant
le echo las migas a los gorriones.
(La preciosa ilustración es de Trish Biddle)
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