lunes, 26 de noviembre de 2007

Despedida en blanco y negro





"Despedida en blanco y negro"

por Toñi Sánchez Verdejo



Nada más escuchar aquellas palabras, decidí cambiar de una vez mi vida. Porque ya estaba harto de tantos ataques dirigidos contra mí. “No me quieren”, pensé con tristeza. “Pues se van a enterar esos estúpidos de lo que yo soy capaz. Me voy, sí me voy” y refunfuñando me despojé de mis vestidos, como si me pesaran demasiado: el largo manto de armiño, el traje de seda blanca, la corona de platino que acababa en picos de estrella. “A ver qué van a hacer sin mí. ¿No saben que si yo me voy esto se acaba?” Y dando pasos muy cortos me desplacé por el enorme vestíbulo de mi palacio, despidiéndome con la mirada de sus inmensas estancias, a un lado y a otro de mi camino: la luminosa sala de los banquetes, el oscuro cuarto de las ejecuciones (¡cuántas había visto en mi vida!); con nostalgia me detuve ante la cámara de mis secretos vicios privados ... Pero por si acaso las tentaciones hacían cambiar mi decisión, firmemente tomada, decidí fijar mi vista en el suelo. Blanco, negro, blanco, negro. Dando pequeños pasos me acercaba cada vez más a la frontera.
¿Para qué darle más vueltas? Estaba cansado de ese papel que me habían asignado, siempre ejerciendo como inmóvil testigo de oscuras estrategias no ideadas por mí y sin embargo ... era consciente de que me debía a mi pueblo, estaba obligado a cumplir un papel importante que el destino me tenía reservado. Pero ahora huia como un cobarde. Ea... qué le vamos a hacer. Todos tenemos una flaqueza y la mía no es la resistencia. Además, tenía curiosidad: ¿Qué sería vivir fuera de estas geometrías? Fuera del tablero, más allá del severo clarooscuro, en aquel lejano mundo en color que no era todavía el mío.
Mientras salía, eché un rápido vistazo hacia atrás. Fue la última vez que los ví. Dos pajes, uno muy joven y otro muy viejo se miraban desconcertados. Uno de mis caballos se desbocó y fue a estamparse contra la torre, que cayó haciendo un ruido infernal. Era el principio del caos: pronto los caballeros negros derribarían las puertas con sus espadas sedientas de victoria.
Pero ahora estoy lejos de todo eso. Suerte que escuché antes que nadie aquellas palabras. Enseguida fui consciente de que iban a por mí y no estaba dispuesto a perder otra vez. No así, sin resistirme.
Porque, después de todo, nadie le dice “jaque mate” al rey de blancas sin que suceda algo extraordinario.

No hay comentarios:

Una gata curiosa a veces reflexiona

Una gata curiosa a veces reflexiona
mientras pasea por la calle Ancha

Dientes que león que volaron lejos o cerca ... ¿alguno te ha llegado?

El gato de Cheshire...

El gato de Cheshire...
o su sonrisa

Instituto Cervantes

Espéculo

Espéculo
Revista literaria

¿Alguien ha visto mi ratón?

¿Alguien ha visto mi ratón?
Si tienes gato, esto te puede pasar a tí

Si un perro salta a tu regazo es porque te aprecia...

Si un perro salta a tu regazo es porque te aprecia...
...pero si un gato hace lo mismo es porque en tu regazo se está caliente. A.N. Withehead

Dientes de león desde 7 de septiembre de 2010

Dientes de león

Dientes de león

¿Desde donde te trae el viento ... ?