
Llevar a un ballet (aunque sea infantil) a un niño de 9 años es una proeza que ni a Hércules con sus 12 pruebas se le hubiera ocurrido. Pero he aquí que hace un par de fines de semana se me ocurrió hacerlo a mí.
El ballet es fantástico. Son cinco chicas que crean en el escenario un mundo lleno de color, magia y sorpresas. Burbujas, animales, trapecistas, muñecos, pájaros extraños ... elementos sencillos a los que se les saca mucho partido.
Si alguien tiene la oportunidad de ver este ballet, lo recomiendo. Eso sí, no os dejeis llevar por la etiqueta "ballet infantil".
11 comentarios:
sabes que odio el ballet?? ains.. sorry.. muá
¿El "enano" quiere volver al ballet?
O a decidido que nunca mas.
Pues entonces, Marisa, tú estarías junto a mi chiquillo bostezando y diciendo ¡vaya rollo!
Un beso.
Jorge:
Si existe una vacuna antiballet, creo que la he descubierto.
Creo que éste no vuelve al ballet ni loco.
De infantil no tiene nada, lo que destila es magia...
Qué gozada de imágenes, jo.
Y tu chiquillo, volverá... dale tiempo :D
Un beso enorme.
Pues sí, Moony. Te aseguro que era precioso. Nada convencional. Mágico, como dices.
Te lo recomiendo, si alguna vez lo ves anunciado en tu ciudad. Aunque si ha pasado por Albacete, supongo que ya ha pasado por las más importantes.
Infantil, infantil no es. Si por infantil entendemos ñoño o simple.
Un beso.
gracias por tu visita y tu comentario ;)
As minhas duas filhas andaram no ballet, quando eram miudas...
Serviu para a sua formação física e disciplina, por causa da sua exigência...
A mais velha recebeu um convite para continuar os seus estudos de ballet. Não quis. Ainda hoje se interroga do que seria a sua vida se tem aceite...
Não há ballet infantil, como não devia haver armas de brinquedo: são coisas muito sérias...
Beijo.
António
La verdad es que cuando dijiste que llevarías a Víctor al ballet me imaginaba algo más cláisco. Me he quedado alucinada con esas preciosas imágenes.
¡Qué suerte tienen los niños de ahora!
El ballet es una hermosa disciplina, Antonio. Seguro que ellas recordarán ese tiempo con cariño.
Y desde luego no es cosa de niños: como tú dices, disciplina y formación física, casi ná.
Un beso.
No saben la suerte que tienen, Teresa. Si hubiera sabido que era tan bonito, te lo hubiera dicho. Yo fui también un poco "engañada" con lo de infantil, pero era asombroso.
Escenas preciosas que te hubieran encantado, como una chica que cogía burbujas; cada vez que cogía una, se encendía una luz en su mano, una luz roja y era un efecto precioso.
Las imágenes que he puesto no ilustran ni una décima parte la plasticidad y belleza visual del ballet.
Claro que hay que aceptar que no a todo el mundo le gusta. Y eso pasó con Víctor.
Un beso.
Publicar un comentario